El estar bien contigo mismo es fundamental para poder ser feliz y así poder vivir en armonía contigo y con tu familia. Por eso un pilar fundamental en la terapia de familia, es aprender a conocerte como madre o padre, identificar los condicionamientos que arrastras de tu infancia, para poder romper con estos hábitos de conducta y transformarlos por hábitos de conducta positivos.
Para poder educar en armonia a nuestros hijos, es necesaria ser empático, conectar con ellos y brindarles la atención y amor que necesitan. Cuando un hijo está enojado, intranquilo o deprimido, es porque hay una necesidad dentro de ellos que no está siendo escuchada ni atendida. Conectar con nuestros hijos es fundamental para poder educarlos sin necesidad de violencia, de premios ni castigos.
¡Los hijos no salen mal, los acompañamos mal!